22 may 10, 03:42 Elsa: a ver doctora corazón, o mejor reina de corazones, pregunto: ¿cómo sabe una mujer sublime cuando encontró a un tipo que no es gomífero, un príncipe azul que no destiñe, como se reconoce al alma gemela |
Me gustaría mucho que conversáramos un poco acerca de la felicidad, a momentos que nos hacen felices, a los efímeros segundos en que somos plenamente felices... teorice pues, o hable de su experiencia
Para hablar de este tema, se debe hacer desde lo metafísico… crean o no crean en las vidas pasadas.
En primer lugar no creo en las almas gemelas como ocasionalmente creen muchas personas, me leí dos libros que me cachetearon al respecto y otro que me salvó del precipicio: 1.-La Ley del Amor de Laura Esquivel (este sirve como para ver la ficción del asunto, recrear el tema de manera divertida) 2.-Almas Gemelas de Deepack Chopra (Ahí recibes el primer trancazo y dices: así es la cosa? Pues que se le va a hacer) Y finalmente 3.-Brida de Paulo Coelho (apartando de su onda bruja - wiccana te terminas de dar cuenta y te levantas un día: CURADA) No hay una sola alma gemela, creo fielmente que somos parte de una gran burbuja y que de ellas se desprendieron varias pequeñas y estamos recorriendo el camino para encontrarnos todas. Lo que si no comparto es la obsesión del ser humano por encontrarla, yo no sé quién hablo del temita la primera vez, pero no sabe en el lío que nos metió a todos.
Puedo decir que en esta vida encontré a varios morochos almáticos, pero también reconocí a una de mis Almas Gemelas por primera vez. La cuestión de las almas gemelas, es precisamente entender que no tenemos que poseerla para siempre y eso fue lo que me enseñaron dichos libritos: Algo adorablemente doloroso, porque la maldad del Universo radica en que una vez “reconocida” casi siempre te toca dejarla ir, es así, ellos nos la hacen de esa manera, pero todo tiene su fin y aunque me costó entenderlo, les diré mi secreto.
Las relaciones amorosas funcionan en muchas vidas como una receta de cocina o mejor dicho, como la carrera de un cocinero: una vez que hayas conseguido que el suflé se quede firme aunque ocurra un terremoto, debes ir ahora por el Road Beef para conseguir su punto rojo perfecto. En este proceso, lloras, sufres, te molestas, le das la carne mala a los perros, hasta que al fin te sale la cosa. Una vez alcanzado la perfección debes ir a otra receta (vida) para aprenderla o vivirla como las anteriores hasta lograr el punto ideal. Mi pregunta es: Si ya conseguiste la primera receta, te quedarás toda la vida haciendo suflé? No, la misión durante muchas vidas pasadas y las que están por venir radica en que debemos pasar por todos los trocitos de alma para volver a ser una sola, ¿Pero cómo pasaremos de una en una si nos queremos quedar con la primera? Por eso es que sufrimos, el alma gemela no tiene nada que ver con lo carnal, con lo pasional, ni terrenal, va más allá de lo físico. Cuando entendamos eso, viviremos felices (es otro tema). Eso quiere decir que quizá este novio o ese esposo al que amas tanto, pero que no estás segura que sea tu otro yo, pues, te hace sufrir o te saca de quicio en las cosas cotidianas, sea parte de ese aprendizaje, algún día se encontrarán en otra vida y se reconocerán ya que en la anterior superaron las diferencias, pero te tocará dejarlo ir.
Dios no nos pone en el camino a las personas por capricho. También existen personas ángeles o puentes que aparecen en tu vida con un propósito específico… te salvan en una situación pero te duran poco tiempo, son otras partes que se han despegado de ti que de vez en cuando te echan una mano o bien regresan pues les quedó algo por hacer aquí. En conclusión: encontrar El Alma Gemela no es sinónimo de felicidad, si entendemos que la felicidad es poseer al otro estamos meando fuera del perol. (Elsa me la pusiste complicada, le ganaste a Balzac)Debemos entender que hallar a nuestra otra parte significa que hemos superado o alcanzado la perfección en relación a nuestras almas y debemos seguir nuestro camino.
Pondré dos ejemplos de mi vida que espero diga cómo reconocerlo. Me costó 12 años superar mi apego con mi alma gemela, mi amor carnal duro exactamente lo mismo. Siempre supimos que éramos uno sólo, que siendo físicamente tan disparejos nos parecíamos más allá de lo carnal, nos amoldábamos al otro y hasta nos comunicábamos por sueños o nos sentíamos en las noches. Entendimos que nos tocaba superar cosas y reconocernos pero antes luchamos por poseernos y sufrimos muchísimo. Nos separamos cien veces, nos hablamos otras cien mas, llegaba el internet, los celulares la cosa se nos hizo más fácil, a veces teníamos recaídas y queríamos estar juntos y a veces pensábamos mejor las cosas y nos quedábamos tranquilos. Un buen día (y luego que me leí los 3 libros, en años distintos) aceptamos nuestra condición y nos vimos por última vez, le dije, “por primera vez me siento tu amiga y aunque no lo quieras siempre lo voy a hacer” nos miramos y habíamos alcanzado esa perfección. Éramos iguales, nos amamos desde el alma, mas no desde el cuerpo, creo que jamás dejaré de amarlo, pero no nos interesa volver, tenemos nuestros hijos y pareja, cumplimos el ciclo, lo cerramos muy hermosamente (escribí un cuento llamado el aro de los delfines como para recrear ese encuentro, hagan clic aquí si desean leerlo) y listo. Nuestra misión continúa, pero no juntos.
Otro ejemplo fue mi llamado ángel de la guarda, fue una persona que llegó a mi vida para superar mi separación, me ayudó específicamente a realizarme sexualmente, a vivir la sexualidad más allá de lo carnal. Al lograr esa perfección nos tocó separarnos, aún recordamos los eventos y entendimos que a ambos nos tocaba vivir ese espacio perfecto que quizá en algún momento tuvimos reprimido, no hubo amor, pero si una pasión extraordinaria que me hace pensar que vinimos a superar algo que en otras vidas no pudimos tener con libertad.
La Almas Gemelas se reconocen de distintas maneras, lo que si les digo es que hay una sensación muy parecida al vértigo, ese nervio que te da al salir a un escenario que aunque tengas 50 años de carrera, jamás cambia. El brillo en los ojos jamás se pierde y al verlo directamente sientes que tu mirada es la de él, te ves a ti mismo en el espejo de sus ojos. Una vez que entiendes lo del desapego, es increíble cómo comienzas a reconocer tus almas por ahí, en el metro, en alguna fiesta (me pasa con perfectos desconocidos nos vemos a los ojos y sentimos un alivio, nos separamos y jamás los vuelves a ver) inclusive me pasa con mujeres, yo tengo dos amigas morochas que yo digo que soy su trilliza perdida, me escapé unos meses antes que ellas nacieran y nací aparte con otro papá y otra mamá y ellas se quedaron juntas. El alma no tiene sexo así que si es válido. En Brida hablan de un punto rojo encima del hombro, yo digo que está en los ojos y en el abrazo. Pero no lo busquen, traten de vivir sus experiencias con intensidad tratando de enseñar con humildad a su pareja y si no le toca en esta vida reconocer a una de ellas pues les digo que se pueden ahorrar muchas sensaciones extrañas sino están preparados. Entiendan que las relaciones hay que vivirlas y sacar de ellas lo mejor.
Luego voy con tu segunda pregunta, amiga.
Tengo mucho que decir, me gustaría escuchar sus opiniones.