PARA LAS CASADAS: VALDRÁ LA PENA O NO UN CONSEJO?

Para mí el matrimonio es un cáncer: y no lo digo desde el más profundo resentimiento, sino, desde el sentido más terapéutico de la palabra. Podemos vivir con él, no pararle pelotas o simplemente dejar que las células malignas vivan para siempre en nuestro cuerpo. Hago un llamado a leer a Louis Hay, la mal llamada escritora que dice haber eliminado su enfermedad, gracias al cambio de modelos mentales: Esta señora, asegura que toda enfermedad es producto de nuestra manera de pensar y que uno mismo puede curarse inclusive de un terrible cáncer. He conocido personas, como mi madrina, que vivieron para siempre con él y hoy en día son personas felices. En cambio hubo otras que se entregaron a la enfermedad y de ellas no quedó nada. Las células cancerígenas malignas del matrimonio, pueden eliminarse o no. Según la medicina, todos los seres humanos las tenemos, así como las células buenas. Entonces está de nuestra parte hacernos una quimio para eliminar las malas, pero con mucho cuidado para no matar las que aún  nos sirven.

No estaba en mis planes hablar de este tema, en este blog. De nuevo el factor sorpresa me tomó de la mano justo ayer cuando estaba en una piscina y me tope con una mujer poco agraciada que me dijo, dedícale al blog un episodio para las mujeres casadas. Ella es la típica ama de casa ejemplar, sus hijos criados con mucha protección, su hija, feucha también, estudia medicina, el varón es un niño mimado sin modales y ella tiene un tic nervioso que se resetea hasta torcer los ojos, algo escalofriante que me hizo temer que en cualquier momento podía quedarse pegada y caer al suelo. Pero son hermosos! Pues tienen el corazón más grande que la madre, son solidarios, se aman entre sí, la miman, la abrazan, ella es la mejor cocinera que he visto: chef de comida internacional, con estudios y diplomados en pasapalos y  pastelería, además con mucho talento para escribir, amorosa, divertida, con una inocencia que da envidia. Lo único es que su esposo la engaña con mujeres menores  que él y ella no sabe qué hacer.  No estoy en la capacidad de aconsejar a ese nivel. Yo estuve casada y aún estoy buscando la causa por la cual nos separamos, no se me ocurre más que una sola idea: NOS SEPARAMOS PARA SER FELICES. Así de sencillo.

Decir: “No se qué hacer con este matrimonio" es tan o peor que decir “No se qué hacer con Gabrielito”. Señoras tanto Gabriel como Gabrielito (esposo+hijo) son tu creación. Tú decidiste casarte y tener un hijo idéntico a su padre. Cuando una mujer se me acerca a decirme esto, significa que SI sabe qué hacer, pero no quiere o tiene miedo de asumir sus fracasos:

1-* Si Gabrielito es violento y a cada rato te viene con una nota del colegio diciendo que le pega a las niñas, conoces el mensaje: Mija, llevarlo a un psicólogo, crees que las maestras somos idiotas? Sabemos que tu marido te pega y está imitando las cosas con las niñas del salón. Pero antes te recomiendo ir a Plafam, allí hay asesoría psicológica para mujeres maltratadas y denúncialo a la Lopna o llama al 800-MUJER  ¿qué esperas?

2-* Que no sabes qué hacer con tu matrimonio? Gabriel te monta los cuernos una vez al mes o tiene una tipa desde hace dos años? Qué esperas para botarlo? Que el tipo te mantiene y no quieres que se vaya pues la sociedad… tu mamá… el que dirán en el vecindario… y esas cosas de los años 50 que te inculcó tu abuela, no te permiten divorciarte? Búscate un amante tú. Ponte bella, hermosa, has dieta, escribe, busca que hacer, ten sexo con el jardinero. Pero así fea y comiendo desesperada, ni el pordiosero de la esquina te va a echar un ojo. No  llores!

No sé, quizá mi inexperiencia ante el tema las lleve a pensar barbaridades de mí, no leerán más el blog y me odiarán para siempre. Fíjense que lo único que se me ocurrió decirle a la señora de ayer fue: Cielo mío, usted es la dueña de su felicidad, no te fijes en tus desgracias sino busca aquellas cosas que te hagan feliz: Una buena amiga, un oficio que ames, escribe si te hace feliz, ayuda a quien lo necesita, ponte bella y búscate un amante- pero sólo si piensas que eso te dará ánimo, si sientes culpa entonces no lo hagas-. Soy nueva en este tema, pues sólo dure 4 años de casada, así que aún estas a tiempo de irte, pues,  a la final estos escritos son  para niñas solteras, que aún están a tiempo de no casarse con un imbécil. Para eso las estoy preparando, para que no tengan novios de goma y a la final hagan el mejor negocio al casarse con un buen tipo. Ellas aquí sabrán al menos lo que NO quieren y estarán felices en un futuro. Ya ustedes cometieron el error, tienen muchas maneras de hacerle la quimio a ese cáncer que las apabulla, pero ojo, ese cáncer ha sido creado por ustedes mismas- así como la teoría de Hay- Usted puede sanar su vida. Si le atribuimos al matrimonio los problemas como “problemas” y además lo llamamos “graves”, les estamos dando poder. Es como las personas que tienen la enfermedad y se echan a morir y se mueren. Háganse varias preguntas: Qué quiero hacer? Vale la pena el amor que le tengo? Soy capaz de perdonarle una infidelidad? De verdad quiero a ese hombre o sólo estoy por su dinero? Debo pensar en mi o en mis hijos? O me da miedo asumir que el amor se acabó?

Admiro mucho a una mujer, que decidió mantener su matrimonio a fuerza de sangre, sudor y lágrimas. La critique tanto al principio, porque después de tantas infidelidades e inclusive un abandono a fuerza de engaños, ella lo recuperó. Yo sentía que al perdonarlo no se valoraba ella misma, hasta la insté a buscarse otro. Al final la entendí, me puse en sus zapatos y le tomé respeto. Por qué?  Pues porque ella buscó su felicidad, no se entregó, no se hizo la víctima, no dejó que el cáncer se apoderara de ella. No importa que esas quimios le dañaran su cabello, su rostro, su humor, su dignidad o vinieran cosas peores. Ella asumió su postura: “no quiero envejecer sola y este guevón vivirá conmigo hasta el resto de mis días” Hoy por hoy  se que envejecerán juntos, por que  ambos son indispensables tanto el uno para el otro. No son la pareja perfecta, pero todos los días me dan ejemplos de vida, de solidaridad, de lucha, de amor y les doy las gracias pues a fuerza de lucha, me levantaron hoy en día.

Eso es todo lo que puedo decirle a las casadas.